Friday, June 09, 2006

Las bolsas mundiales caen y los mercados emergentes vuelven a ser los más afectados

June 9, 2006 4:05 a.m.

Por Craig Karmin, en Nueva York, y Gregory L. White, en Moscú
The Wall Street Journal.

Los mercados bursátiles alrededor del mundo sufrieron uno de sus peores días en años, sucumbiendo ante temores por el aumento de las tasas de interés y un crecimiento económico más lento. Las fuertes ventas en los mercados ya llevan un mes y hay indicios de que la liquidación bursátil se está acelerando.

Los precios de las acciones en los mercados de los países emergentes, desde Moscú a Ciudad de México, fueron los que más sufrieron. Los títulos de los mercados emergentes se habían desempeñado mucho mejor que otros índices en los últimos tres años. El Índice de Mercados Emergentes de Morgan Stanley (MSCI, por sus siglas en inglés) ha subido casi 200% en ese período. Pero el mismo índice ha caído 21% desde el 9 de mayo, día en que alcanzó su máximo histórico. Algunos han tenido un desempeño aún peor. India, que ha sido uno de los países favoritos de muchos inversionistas en mercados emergentes, ha bajado 26% en el último mes.
La liquidación bursátil más reciente comenzó ayer en Asia y pocas bolsas se libraron del tumulto. El Índice Nikkei de Tokio cayó 3,1% llegando a su nivel más bajo en siete meses, mientras que índices referenciales de Taiwán, Indonesia y Corea del Sur cayeron 3,5% o más.

El daño financiero siguió su curso cuando Europa abrió sus mercados bursátiles. Varias de las grandes plazas cayeron a su nivel más bajo en este año, con descensos de 2,5% o más en las bolsas de Londres, París y Francfort.

Los mercados latinoamericanos abrieron a la baja, pero terminaron el día con resultados mixtos. El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la Bolsa Mexicana de Valores cerró con una baja de 0,85%, mientras que el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires cerró con una caída tibia de 0,86% y el índice IPSA de Chile bajó en 0,21%. El Bovespa de São Paulo cerró con una leve alza de 0,49%. Los títulos en Estados Unidos se mantuvieron relativamente planos. El Promedio Industrial Dow Jones terminó el día con un leve aumento de 0,07%, pero volvió a cerrar por debajo de la barrera psicológica de los 11.000 puntos.

Como las economías de los mercados emergentes están en su mejor forma en años, algunos inversionistas creen que las bajas bursátiles se revertirán en la segunda mitad del año. Esto porque el valor de los títulos de los mercados emergentes —que hace sólo un mes alcanzaron valoraciones similares a los de Estados Unidos— se volverá más baratos.


Pero otros creen que los inversionistas internacionales todavía tienen muchos títulos de países emergentes, por lo que esos mercados siguen vulnerables a que las caídas bursátiles continúen. "Creo que los precios de los mercados emergentes ya alcanzaron su cima este año", dice Ajay Kapur, estratega jefe de renta variable global de Citigroup Investment Research en Nueva York.
En total, los mercados emergentes han perdido US$250.000 millones en capitalización de mercado durante el último mes, mientras que todas las bolsas de valores del mundo (sin incluir las de Estados Unidos) han perdido unos US$1,3 billones en el mismo período, según el MSCI.

Los mercados emergentes no habían sufrido pérdidas tan dolorosas desde la crisis financiera de los años 1997 y 1998. Pero los analistas aseguran que las fuerzas que están impulsando las liquidaciones bursátiles no son las mismas. A fines de los años 90, los países en vías de desarrollo sucumbieron en gran parte a problemas internos, incluyendo contar con pocas reservas en divisas y alto niveles de deuda de corto plazo en dólares, lo que forzó a muchos países a devaluar sus monedas. Pero en los últimos años, la mayoría de los países emergentes ha fortalecido sus economías, aumentado sus reservas y reducido su deuda en monedas extranjeras. Además, gran parte tiene sistemas cambiarios relativamente libres.

Esta vez, lo que está impulsando las ventas son sucesos externos a los países emergentes, en especial el pronóstico de las tasas de interés en las economías desarrolladas. Los operadores bursátiles dicen que lo que encendió las actuales huidas bursátiles fue el último aumento de las tasas de interés en Estados Unidos (la Reserva Federal, Fed, subió la tasa a 5% el 10 de mayo) y la posibilidad de que la tendencia al alza en las tasas continúe.

Mientras tanto, el Banco Central Europeo aumentó ayer sus tasas de interés en un cuarto de punto a 2,74%, mientras que los inversionistas anticipan que el banco central de Japón comenzará a elevar sus tasas en los próximos meses.

El efecto agregado del aumento generalizado de tasas ha convencido a los inversionistas de que los bancos centrales están determinados a terminar con un largo período de dinero fácil. Las tasas bajas y el abundante crédito animaron a los inversionistas a buscar activos con mayores riesgos, como las acciones y los bonos de los mercados emergentes.

La campaña de aumento de tasas en Europa y Estados Unidos también presagia una posible reducción en el crecimiento económico global. Para las naciones que dependen mucho de las exportaciones, como es el caso en Asia y algunos países de América Latina, una economía enfriada en los países consumidores, en especial en Estados Unidos, podría tener un impacto directo sobre sus perspectivas de crecimiento.

Los bonos de los mercados emergentes también se han visto afectados. El rendimiento del Índice de Bonos de Mercados Emergentes de J.P. Morgan (EMBI, por sus siglas en inglés) subió esta semana a 2,2 puntos porcentuales sobre los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Hace un mes, era sólo 1,76 puntos porcentuales. Las tasas de préstamos más altas para los países en desarrollo significan que el escenario bursátil y económico de esos mercados será menos favorable.

Al mismo tiempo, las monedas de los mercados emergentes se han debilitado frente al dólar. "Estamos presenciando como las condiciones que favorecieron las acciones y bonos de los mercados emergentes se están revirtiendo", afirma Christian Stracke, un analista de CreditSights, una firma de investigaciones económicas. "El temor ante mayores tasas de interés ha llevado a que la aversión al riesgo de los inversionistas haya aumentado", dice.

Esta aversión al riesgo se refleja en el drástico giro del flujo de capital hacia los fondos bursátiles especializados en mercados emergentes. El año pasado, estos fondos alcanzaron un récord de US$20.000 millones, un nivel que ya se superó en abril de este año, según EmergingPortfolio.com Fund Research. Pero desde mayo, estos fondos han visto como el dinero se ha ido.

Los fondos de cobertura también han sido afectados por la caída de las acciones y bonos en los mercados emergentes. Estos fondos cayeron 4% en mayo, según el índice que compila Hedge Fund Research. Las pérdidas de los últimos días se suman a esta baja, dicen los corredores, y algunos de los más reconocidos de este tipo de fondos han sufrido pérdidas aún mayores. "Básicamente, el interés por el riesgo ha colapsado", dice James Fenker, gerente de operaciones del Red Star Asset Management, un fondo con sede en Moscú que gestiona activos por US$110 millones.

En Brasil, el índice Bovespa ha caído 16% en las últimas cuatro semanas, convirtiéndose en el peor mercado para los fondos de cobertura, dice Chris Bouckley, un socio de la firma Caliburn Capital Partners de Londres. Esto ha ocurrido porque los inversionistas no se protegieron contra las oscilaciones cambiarias, pensando que, tal como ocurre con otros mercados fuertes en commodities, la moneda brasileña no bajaría con respecto al dólar. Pero sí lo hizo. "Fue un golpe doble", agrega, "Bajó el mercado y bajó la moneda".

Las caídas bursátiles también han sorprendido a la incipiente cultura de valores en el Medio Oriente, donde tres años de ganancias estelares —algunos las sitúan cerca del 400%— ha dado lugar a una nueva generación de millonarios.

Los analistas agregan que estas caídas no son del todo inesperadas. "La subida casi ininterrumpida de los mercados regionales ha llevado los valores a alturas estratosféricas, lo que no se puede mantener a largo plazo", asegura Karim El Sohl, presidente ejecutivo de Gulf Capital, un banco de inversiones con sede en Abu Dhabi.

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